sábado, 20 de junio de 2020

Teatro: 1562- La estatua de Lope de Aguirre

Teatro dedicado al hidalgo Lope de Aguirre, por sus paisanos de la Asociación Cultural Olaitturri de la villa de Oñati.

Obra traducida del texto original, escrita en el idioma materno del hidalgo.

FUNCIONES
La obra se representó el 26 de Diciembre del 2021, domingo, a las 19:00 de la tarde en el Teatro Santa Ana, con un pre-estreno de entrada libre el 23 de Diciembre, jueves.

SINOPSIS
El explorador y conquistador Lope de Aguirre nació en noviembre de 1511 en Oñati, Gipuzkoa, y falleció en Barquisimeto, en la actual Venezuela, en octubre de 1561.

Durante siglos, los palmeros de la Corte de Castilla han descrito a Lope como un diablo, loco, sangriento, fracasado, cruel, arrogante, paranoico, asesino, receloso, traidor, carnicero, hosco, cerril, de acero fácil, bajito, cojo, cetrino, barbudo, tranquilo, silencioso, osado y desesperado.

La mala fama se basa en los escritos de cuatro cronistas, simples ex-soldados, que participaron en la expedición por el rio Amazonas en busca de los tesoros de El Dorado. Compartían las intenciones de Lope de Aguirre y del resto de marañones, pero al caer Lope derrotado por las fuerzas del virrey, todos fueron condenados a muerte.

El miedo de los cuatro ex-soldados Gonzalo de Zúñiga, Pedro de Munguía, Custodio Hernández y Francisco Vázquez (citados por Aguirre en las cartas nº 1 y nº 2), hizo que escribieran sus relatos como una alegación de pruebas para salvar su cabeza.

Pero Lope de Aguirre solamente mató a un soldado indígena. Mientras que según los palanganeros de la Corte, los principales conquistadores eran de buenas familias, nobles, ilustres, aguerridos, valerosos, líderes, distinguidos, de buen linaje, figuras poderosas, prudentes, de buenos modales y formas de hablar, conducta moral intachable, supremos organizadores, adelantados, caballeros... como Hernán Cortés, Critóbal Colón, Francisco Toledo, Diego de Almagro y un largo etc... y mataron a varios millones de soldados y civiles indígenas.

Entre otros, mataron a los Reyes aztecas Moctezuma y Cuauhtémoc, los Reyes incas Túpac Amaru y Atahualpa, la Reina caína Anacona, el Rey muisca Zaque y el Rey puréchepa Tangaxoán II. También a más de ochenta jefes aztecas, incas, muiscas y zipas.

Y a pesar de que el dominico Fray Bartolomé de las Casas denunciaba esas tropelías, la Iglesia seguía la praxis del Cardenal Cisneros, de llenar la bolsa y mirar hacia otro lado.

Hubo otros tres cronistas, Toribio de Ortiguera, Pedrarias de Almesto y un tercero anónimo, que escribieron sus relatos muy posteriormente, y de oídas, en base a crónicas de ex-soldados. Estos tres relatos y los de los historiadores que querían obtener mercedes de la Corte, reforzaron los relatos de los cuatro ex-soldados, por dos razones fundamentales:

- Lope de Aguirre nunca envió a la Corte el quinto real (el 20% del oro y la plata quitada a los indígenas americanos; el restante 80% era para los propios conquistadores), y

- Envió al rey Felipe II la famosa carta declarando la independencia de aquellas tierras (entonces denominadas genéricamente como El Perú).


De hecho, el hidalgo Lope de Aguirre se había casado con la indígena inca Cruspa, tuvieron a la hija mestiza Elvira, y sus aspiraciones personales no eran satisfacer las ansias de riqueza, de poder y de fama, que obtenían los conquistadores tras enriquecerse, volver a su tierra y recibir de la Corte títulos de nobleza.

Por el contrario, Lope de Aguirre quería ser el libertador del Perú.

Pero por su negativa a enviar el quinto real, y sobre todo por su carta de independencia al rey, era un mal precedente y un nefasto ejemplo que ningún otro conquistador debía imitar, si la Corte no quería perder tal fuente de riquezas.

La obra teatral está ambientada en setiembre de 1562, a un año del asesinato de Lope, y se desarrolla en la junta celebrada en la sala de plenos del ayuntamiento de su Oñati natal.

Los partidarios de honrar a Lope quieren dedicarle una estatua para colocarla en la plaza mayor, como se hace con otros conquistadores.

Mientras que los detractores no le ven utilidad, porque sus negocios de venta de herrajes, clavos y hierro para armas y barcos, pueden verse afectados, si dejan de construirse palacios como el de El Escorial con el oro y la plata llegados de las Américas.

PERSONAJES
1- Músico 1 / cantante 1: Joxe Mari Anduaga
2- Músico 2: Jose Luis Bikuña
3- Leonor Igartua, madre de Lope: Ana Mari Lizeaga
4- Genoveva Aguirre, hermana de Lope: Arrate Kortabarria
5- Demetrio Sagastizábal, rector de la universidad Sanci Spiritus: Jexux Odriozola
6- Juan Estíbaliz, escribano municipal: Juan Mari Elortza
7- Cantante 2: Rosita Markuleta
8- Pedro Ruiz de Murguía, jefe del linaje oñacino: Ixidro Palacín
9- Ladron Vélez de Guevara, tercer Conde de Oñati: Andrés Zabala
10- Constanza Zañartu, señora del Palacio de Lazarraga: Marian Altube
11- Leandro Igarzabal, maese ferrón de la ferrería mayor del conde: Enrique Olalde
12- Beatriz Garibay, señora de casa noble feudal: Maritxu Baños
13- Cantante 3: Xabier Oregi
14- Sancho García de Garibay, jefe del linaje gamboíno: Jabier Atxa
15- Juana Arrieta, cofradía de tejedoras: Ana Mari Markuleta
16- Ambrosio Zumalde, cofradía de cesteros: Migel Anjel Agirre
17- Dominica Echeverría, cofradía de herreros: Karmen Biain
18- María Mendizabal, cofradía de tenderos: Maribi Korkostegi
19- Cantante 4: Amaia Biain

PRODUCCIÓN
20- Testos y dirección: Iñazio Irizar
xx- Relaciones institucionales: Ana Mari Markuleta
xx- Tesorero: Jabier Atxa
21- Medios: Jabier Altube
22- Pantalla: Pili Aranguren
23- Escenario 1: Benjamin Billar
24- Escenario 2: Antonio Alonso
25- Escenario 3: Iñazio Lete
26- Entrada: Jose Antonio Urteaga
xx- Trajes: Lantzen
xx- Megafonia: UHINA MATT, S.L.U.
xx- Grabación: GOIENA-ABAO
xx- Patrocinadores: LANA, Laboral Kutxa, Ayuntamiento de Oñati

DESARROLLO
- Versos cantados 1: “Iniciales”.
- Escena 1: "Comienzo de la junta".
- Escena 2: "Cronistas".
- Versos c. 2: "Hijo querido de la casa”.
- Escena 3: "Conquistadores".
- Versos c. 3: “Mirando a la Corte”.
- Escena 4: "Negocios y quinto real".
- Versos c. 4: "Deseo del pueblo".
- Escena 5: "Dominicos".
- Versos c. 5: "Intereses de los linajes".
- Escena 6: "Tres cartas".
- Versos c. 6: "Sin ponerse de acuerdo".
- Escena 7: "Votación".
- Versos c. 7: "Finales".

DECORADO
Las siete escenas de la obra se desarrollan en la sala de plenos del ayuntamiento.
En la parte trasera del escenario, hay tres grupos de tres escalones separados entre sí, y en cada uno de ellos hay cuatro sillas nobles. Durante toda la representación los actores, cuando no actúen, permancerán sentados según linajes. El conde será el único que entre y salga del escenario.
A un lado se encuentra la mesa del escribano, donde permanecerá sentado tomando acta.
Los músicos y los cantantes saldrán al escenario cuando les corresponda su canción, tras lo que se retirarán.
El fondo del escenario es una gran pantalla, donde se proyectarán videos, fotos y dibujos adecuados a cada escena.


VERSOS CANTADOS 1: "Iniciales"

(Las estrofas son de octava mayor, que constan de ocho versos, de diez sílabas los versos impares 1,3,5,7, y de ocho los pares 2,4,6,8. Sólo riman estos últimos pares, que en el idioma original tienen rima consonante. Aquí, hemos priorizado ajustar la traducción, sin tener en cuenta la métrica y la rima.)

Al lado del monte Aloña
en un valle amplio y tranquilo,
Oñati está volcado
en las fiestas de San Miguel.
En la plaza y en las calles (bis)
en buena armonía la gente disfruta
contenta, y en este ambiente festivo
ahora viene a ver el teatro.

En la obra de hoy
el tema que representaremos
serán las andanzas de Lope de Aguirre
acaecidas en América.
De todo lo que digamos la mayor parte(bis)
es verdad, nosotros no somos mentirosos,
y recordando nuestra historia
ensalcemos a Oñati.


PRIMERA ESCENA: "Comienzo de la junta"
En las sillas de la izquierda se sientan los personajes del linaje oñacino, en las de la derecha los del linaje gamboino, y en las del centro los Aguirre y el rector. A su lado, la silla principal del conde.

ESCRIBANO:... Estimados oñatiarras, soy el escribano Juan Estíbaliz... Nos hemos reunido en el salón de plenos del ilustre ayuntamiento en fecha de veintinueve de setiembre de mil quinientos sesenta y dos, para tomar una decisión histórica: construir o no una estatua a Lope de Aguirre, hijo de nuestra noble y leal villa de Oñati, que mataron hace un año en las Américas.

GENOVEVA:(Se levanta de su silla, y sin moverse del sitio) Soy la hermana de Lope, y cuando fuí a la torre Zumelzegui a hacer esta petición al señor Conde, me prometió que asistiría a la junta.

PEDRO: (Se levanta también, y desde su sitio) Soy Pedro Ruiz de Murguía, jefe del linaje de los oñacinos. El Conde tiene unos visitantes importantes, y me ha pedido que comencemos sin él.

GENOVEVA: ¿Ya que todavía no ha llegado, no podemos esperale? Su opinión puede ser decisiva.

PEDRO: Vendrá enseguida.

DOMINICA: (Desde su sitio) Soy Dominica Echeverria, del linaje ganboino, y represento a la cofradía de los herreros. Me ha surgido una duda... ¿Aceptará el señor Conde el resultado de la votación?

AMBROSIO: Soy Ambrosio Zumalde, de la cofradía de cesteros. A mi modesto entender, deberían ralizarse más juntas participativas como ésta en Oñati.

ESCRIBANO: A lo largo de la junta, tendréis suficiente tiempo para expresar vuestras opiniones... En un lado estais los cinco representantes del linaje oñacino, con Pedro Ruiz de Murguía al frente. Sereis seis cuando llegue nuestro excelentísimo señor Conde... En este otro lado, estais los siete representantes del linaje ganboino, con Sancho García de Garibay como jefe... Y en el centro, el rector magnífico de la universidad Sancti Spiritus señor Demetrio Sagastizábal, Leonor Igartua la señora madre de Lope, y su hermana Genoveva... Al final de la junta se realizará la votación, con el sí o el no.


SEGUNDA ESCENA: "Cronistas"
El escribano va a su mesa. Genoveva y Leonor descienden de su estrado, y se sitúan en el centro del escenario.

LEONOR: A mi querido hijo Lope todos los cronistas le han puesto mala fama, y esa no puede ser verdad.

GENOVEVA: Lope tal vez hizo algunas tropelías, pero mientras otros conquistadores reciben solo alabanzas, de Lope no se lee nada bueno.

LEONOR: Mi difunto marido y yo le enseñamos desde pequeño a respetar a las personas.

GENOVEVA: Los cronistas no mencionan nada de eso; están mintiendo. A él le echan toda la culpa de los asesinatos que acaecieron cuando navegaban por el río Amazonas en la expedición en busca de los tesoros del Dorado.

PEDRO: Como jefe del linaje de los oñacinos, defenderé siempre mantener buenas relaciones con la Corte de Madrid.

LEANDRO: Estoy de acuerdo con Pedro. Enfadarnos con Felipe II no nos traería nada bueno.

PEDRO: El rey será conocedor de que todos los cronistas han escrito en contra de Lope. Y que construyamos una estatua en su honor, sería ponernos en su contra.

SANCHO: Soy el jefe del linaje de loa ganboínos, y no estoy de acuerdo. Antes de que partiera hacias las Américas, conocí bien al hijo de Leonor.

En la parte trasera del escenario y frente a la pantalla, dos trompetas y un atabalero comienzan a tocar el comienzo de la ópera Orfeo de Monteverdi, la tocata de los Gonzaga (00:01-00:32), mientras entra al escenario Ladron Vélez de Guevara, III. Conde de Oñati, y de origen familiar ganboíno. Cuando el Conde llega majestuoso al centro, hace un gesto con la mano a los tronpetas de que es suficiente, y los tres músicos salen tras la pantalla.

CONDE:... Tengo a cuatro visitantes importantes en la torre. Son mis vendedores en España de los productos de hierro de nuestras ferrerías.

PEDRO: Señor Ladron Velez de Guevara, conde honorable de Oñati, para nosotros es un honor verle en esta junta.

CONDE: Esta mañana he ido con los cuatro vendedores a la ferrería de Zubillaga, la más grande que tengo en Oñati. Hemos fijado para los próximos dos años los precios de los clavos y los tochos de hierro.

PEDRO: Y luego habría comilona, naturalmente.

CONDE: Corzo al horno con buen vino de la Rioja. Los cuatro han ido a la siesta.

ESCRIBANO: Excelentísimo señor Conde, tengo aquí los escritos de cinco cronistas.

CONDE: Convendría leer lo que dicen esos cronistas, para no tomar la decisión a la ligera.

ESCRIBANO: Los escritos del cronista Toribio de Ortiguera, tienen más de docsientas páginas.

CONDE: No leas el texto entero. Nos dormiríamos todos.

ESCRIBANO: Comenzaré por la crónica de Gonzalo Zúñiga.

MARIA: Zuñiga no fue un cronista de verdad. Tras ser soldado a las órdenes de Pedro de Ursúa, posteriormente lo fue de Fernando Guzmán y de Lope.

JUANA: Cuando en julio del año pasado la expedición de los marañones llegó a la isla Margarita, y constató que Lope no ganaría aquella batalla, Zúñiga desertó.

DOMINICA: El gobernador de Venezuela Pablo Collado impuso la pena de muerte para todos los marañones. Y tras desertar, todos los cronistas pretendieron salvar su cabeza, poniendo a Lope al par del diablo, y describiéndose ellos mismos como los soladados más leales al rey Felipe II.

CONDE: Cuéntanos de una vez lo que decía ese Zúñiga, cronista o soldado o lo que fuera.

ESCRIBANO: Que Lope era un cruel tirano, hombre de cuerpo pequeño, muy mal cuidado, cojo de una pierna, y con muchas heridas de arcabuces en los brazos.

AMBROSIO: Yo niego eso rotundamente. De joven solía jugar con nuesto hijo Fermín en la Calle del Monte, y Lope era robusto y fuerte.

CONDE: Doy fe de lo que dices. Tmbién era amigo de nuestro hijo Iñigo, y subía a menudo hasta la torre a participar en pruebas de tiro con arco.

MARIA: Vestía en nuestra tienda, y les diría de memoria sus medidas de joven. Estaba lozano, y ni estaba cojo ni tenía problemas en los brazos.

ESCRIBANO: Según cuenta el cronista Zúñiga, cuando estaba en Perú vivía de quitar los vicios a los caballos, domesticándolos.

LEONOR: Nuestra familia es hidalga, no de un caserío de labradores de Araoz. Mi difunto marido era un escribano de Oñati, y por eso escribía Lope con tanta elegancia. ¿Habeis leído sus cartas?

AMBROSIO: Dicen que los jueces andaban tras él en todo el Perú, para imponerle su justicia.

DOMINICA: El cronista cuenta eso para blanquear su figura, injuriando a nuestro convecino Lope.

JUANA: Como los otros cronistas.

DOMINICA: Nombran a los jefes de los marañones en la expedición como Don Pedro de Ursúa, Don Fernando de Guzmán...

GENOVEVA: En cambio mi hermano, cuando es nombrado la primera vez, es el cruel Lope de Agirre, sin el Don delante.

JUANA: El nombre de Lope de Aguirre lo escribe veintitrés veces.

GENOVEVA: Sólo es así al comienzo de la crónica. Posteriormente, se refiere a él ochenta y nueve veces solo como el tirano cruel o el tirano, sin mencionar su nombre Lope de Aguirre.

DOMINICA: Y alguna vez como el perro rabioso, el cruel asesino o el poseído por el demonio.

CONDE: Si no estáis de acuerdo con lo que escribe Zúñiga, hay otros cronistas.

ESCRIBANO: Ahí tenemos a Pedro de Monguía.

AMBROSIO: También era un soldado, como Zúñiga.

JUANA: Como el cronista Custodio Hernández.

MARIA: O Francisco Vázquez y Pedrarias Almesto. Todos ellos habían descendido el río Amazonas con Lope.

DOMINICA: Si lees a un cronista, ya sabes lo que dicen los demás.

GENOVEVA: La crónica de Custodio Hernández no la pude terminar.

JUANA: Dice que Lope mató a su hija Elvira cruelmente.

DOMINICA: Lo cuenta con mucho morbo.

MARIA: Esos macabros relatos son la consecuencia de que Lope enviase a Felipe II aquella famosa carta, diciéndole que él quería ser el rey del Perú.

SANCHO: Esa es la razón de la mala fama que le pusieron los cronistas.

LEANDRO: ¿Lo decís en serio? ¿Creeis que por enviarle una carta, Felipe II pediría a todos los cronistas que escribiesen en contra de Lope?


VERSOS: "Hijo querido de la casa

Los cronistas en sus escritos
del hijo de Leonor,
en lugar de contar lo sucedido
prefirieron inventar.
Para salvar sus cabezas
se asociaron a la mentira,
porque los ex-soldados tenían
miedo al rey.

Lope al ir a las Américas
había cumplido sus sueños,
con una indígena de allí
se casó e hizo las paces.
No todos se comportaron así
el poder les cegó,
veamos qué hicieron
quienes fueron conquistadores.


TERCERA ESCENA: "Conquistadores"

DOMINICA: Son cientos los conquistadores que han ido a las Américas.

GENOVEVA: Pero él no era un conquistador.

SANCHO: Los vascos siempre hemos sido de ir fuera.

CONSTANZA: Los mejores marinos también son de aquí; ahí tienes a Juan Sebastian Elcano...

BEATRIZ: Andres Urdaneta, Miguel Legazpi, y tantos otros.

CONSTANZA: Sin olvidarnos de los pescadores que marchan a Terranova a coger ballenas.

BEATRIZ: Por lo que cuentan los cronistas, Lope mató a bastante gente.

SANCHO: Directamente con su espada o porque así lo ordenase, le han achacado setenta y dos asesinatos: sesenta y cuatro soldados marañones, tres curas, cuatro mujeres, y un soldado indígena.

AMBROSIO: Hay que añadir además que el indígena trabajaba para los marañones, espiando a los otros indios nativos.

DOMINICA: Y Lope no conquistó ninguna tierra de los indígenas, ni para sí mismo ni para el rey español.

PEDRO: Setenta y dos asesinatos... No son pocos.

MARIA: Cuando navegaban por el Amazonas en busca del Dorado, hubo varios motines a bordo.

JUANA: Primero mataron al gobernador jefe de la expedición Pedro de Ursúa. Pero a pesar de que Lope estaba implicado, no fue una acción realizada por él en solitario.

AMBROSIO: Una de las consecuencias fue que el ambiente entre los marañones se enrareció aún más.

DOMINICA: A los pocos meses en otro motín mataron el nuevo gobernador, Fernando de Guzmán.

MARIA: La expedición se organizó para encontrar los tesoros de El Dorado, pero los soldados estaban extenuados, al no haber trazas de encontrar ni oro ni plata.

JUANA: Tras el nuevo motín y matar a Fernando de Guzmán, Lope fue nombrado como jefe de la expedición.

AMBROSIO: Pero tras los dos motines, Lope mantenía su confianza en unos pocos.

DOMINICA: Dormía sin quitarse la armadura,

PEDRO: Esas historias os resultarán interesantes, pera la realidad es muy distinta, pues le han achacado matar a setenta y dos personas.

GENOVEVA: Todas las muertes sucedieron durante la expedición, tras los motines. Fueron en defensa propia.

MARIA: Hemos de considerar las cosas en su contexto. Si al comienzo de la expedición nombraron a Pedro de Ursúa como jefe de la misma, era solamente por su fama de duro.

JUANA: Cogió prestigio porque había matado a cuatrocientos cimarrones esclavos negros, a cincuenta indios panche, y a otros ciencuenta indios muzo que también se habían sublevado.

AMBROSIO: Y en la propia expedición, había matado al capitán Francisco Diaz.

DOMINICA: En comparación, las setenta y dos muertes de Lope son una nadería.

SANCHO: Desde el mismo comienzo de la conquista de las Américas se realizaron tropelías increíbles. Dicen que por la influencia de Cristobal Colón, en la isla de La Española murieron no menos de tres millones de indios indígenas, y numerosos jefes caciques.

MARIA: Por las crónicas que nos ha facilitado el señor escribano, el propio Hernán Cortés no le fué a la zaga en Méjico.

JUANA: Además de matar a los reyes Moctezuma y Cuauhtémoc, mató a doscientos cincuenta mil indios aztecas y mayas en Tenochtitlan, Potonchán y Txolula.

DOMINICA: También a un fraile dominico español que se le enfrentó.

AMBROSIO: ¿Y Francisco de Toledo? Bajo sus órdenes murieron en las minas de plata de Potosí 250.000 indios mitas y otros 50.000 negros cimarrones.

DOMINICA: También mató al rey inca Túpac Amaru.

GENOVEVA: Sin embargo los cronistas que han escrito contra nuestro Lope, lo mencionan como el único cruel.

PEDRO: Si en la Corte de Castilla supieran qué se está tratando en esta junta, perderíamos todos los clientes de las ferrerías.

MARIA: Diego de Almagro también hizo de las suyas. Mató a diez mil indios yanaconas, y a cincuenta de sus jefes caciques.

JUANA: Algo parecido hicieron Alonso Ojeda, Pedro Valdivia y Hernando Soto, matando a miles de indios mapuches, yanaconas y chotcaw.

AMBROSIO: Francisko Pizarro mató a mil indígenas incas y a su rey Atahualpa.

SANCHO: Su hermano Gonzalo Pizarro no quedó atrás.

DOMINICA: Y tampoco Diego Velázquez, Juan Esquibel, Pedro Anzúrez y Francisco Orellana.

MARIA: Así como Pánfilo Narvaez, Pedro Alvarado y otros muchos.

GENOVEVA: Pero el hecho es que en las crónicas todos son exploadores valientes, caballeros, nobles y honrados.

DOMINICA: Nuestro deber ahora es honrar al hijo de esta noble villa de Oñati. Y los demás que hagan lo que les plazca.

PEDRO: Este tipo de decisiones hay que tomarlas en frío.

SANCHO: Por mi parte, soy partidario de votar hoy mismo.


VERSOS: “Mirando a la Corte"
(Las estrofas son de décima mayor, que constan de diez versos, de diez sílabas los versos impares 1,3,5,7,9 y de ocho los pares 2,4,6,8 y 10. Sólo riman estos últimos pares, que en el idioma original tienen rima consonante. Aquí, hemos priorizado ajustar la traducción, sin tener en cuenta la métrica y la rima.)

Los conquistadores en las Américas
se sintieron poderosos.

Hernán Cortés y Fernando Guzmán
verdaderamente peligrosos,
Juan Esquivel y Alonso Ojeda
se enriquecieron afanosamente,
Francisco y Gonzalo Pizarro
falsos para con los indios,

Orellana y Alvarado
hmenajeados felices a su vuelta.

Los pobres indios y mulatos
no sabían hacer frente,
oro, perlas y plata
robados todos los tesoros,
dominados por los conquistadores.
Le enviaban a la corte
el quinto a Felipe segundo,
para que levantase el palacio.
Oigamox a los indígenas
las desgracias inflingidas.


CUARTA ESCENA: "Negocios y quinto real"
En la parte de atrás del escenario los dos trompetas y el atabalero de nuevo tocan el comienzo de la ópera Orfeo de Monteverdi, Tocata de los Gonzaga(00:01-00:32). Al rato, el Conde hace una señal con su mano a los trompetas para que terminen.

LEANDRO: Esta mañana cuando han venido a visitar la ferrería, los cuatro vendedores me han hecho bastantes preguntas sobre la marcha del negocio, y han quedado satisfechos.

PEDRO: ¿Quiénes vamos a la cena de honor que has organizado para esta noche?

CONDE: Los jefes de los linajes con vuestras señoras.

CONSTANZA: Si tras la cena hubiese música, a mí también me gustaría asistir.

CONDE: He contratado dos trovadores para el baile. Sería mejor que vinieses sin tu marido, señora Garibay.

CONSTANZA: Está en Cádiz, negociando con los armadores de los astilleros.

CONDE: Mejor así.

BEATRIZ: A mi marido no le gustará que vaya sin él. Pero el sevillano del año pasado bailaba muy bien, como nadie.

CONDE: Díle que he organizado para mañana a primera hora una competición de arcabuces en el campo de tiro de la torre. Y que le conviene venir bien dormido.

CONSTANZA: Iremos juntas al baile.

CONDE: La próxima vez, hemos de organizar este tipo de juntas cuando no tenga visitantes.

PEDRO: Vosotras bailad sin cesar, para que se cansen los vendedores.

BEATRIZ: Y que pierdan puntería para la competición.

En la parte trasera del escenario y frente a la pantalla, dos músicos con laúd y flauta, acompañados de una cantante, comienzan a tocar la canción Tanz mit mir (baila conmigo) del grupo alemán Faun (00:01-01:22), tras lo que el Conde de Oñati pide baile a Constanza. Al verlo, Pedro pide también baile a Beatriz, y los cuatro bailan con buen estilo la alegre canción, ensayando para la fiesta de esa noche.

AMBROSIO: Señor Conde, ha dicho usted antes que ya ha negociado con los vendedores los precios de los clavos para los siguientes dos años.

GENOVEVA: Disculpadme, pero la junta de hoy se ha convocado para decidir si erijimos o no una estatua a mi hermano Lope.

DOMINICA: Estoy de acuerdo, Genoveva, pero son solo dos preguntas.

AMBROSIO: A nosotros nadie nos ha dicho todavía que nos subirán los precios.

CONDE: Leandro es el responsable de la ferrería, y os deberéis reunir con él.

AMBROSIO: Ustedes nos traen de la ferrería los tochos para que hagamos clavos, al precio que usted decide, y hemos de venderle de vuelta los clavos a usted necesariamente.

DOMINICA: Están completamente atados a lo que usted decida.

AMBROSIO: A pesar de que trabajamos como esclavos...

CONDE: Siempre ha sido así. Mi padre fué conde, y será conde mi hijo. Esa es la ley. Y nos va bien a todos.

SANCHO: Los miembros de la cofradía de claveteros son del linaje ganboíno, y he organizado una reunión con ellos.

CONDE: ¡No puede ser! Tú y Pedro estáis convocados para la cena con vuestras mujeres. A los vendedores hemos de recibirlos con todos los honores.

PEDRO: Que vean que para nosotros su función es primordial. Y que además del conde, los prohombres de la villa también los estimamos.

MARIA: Señor conde, si no es un atrevimiento demasiado grande, ¿va a darles algún regalo a los cuatro visitantes?

CONDE: ¿Regalos?

MARIA: Para que los lleven a sus esposas.

CONDE: Al vendedor que mejor puntúe en la competición le daremos un odre con vino de la Rioja.

MARIA: Un odre no es adecuado para llevarle a la esposa. Mejor una sábana para cada vendedor, con las inciales de sus esposas bordadas en oro.

CONDE: ¡De acuerdo!

JUANA: Cuando murió el rey Carlos V, dicen que usted apoyó a su hijo Felipe II la construcción de un castillo nuevo para erigir allí su tumba.

AMBROSIO: Así comenzó el proyecto del majestuoso palacio de El Escorial, con el objetivo de que sea el mayor de Europa.

JUANA: Por lo visto el palacio de Aranjuez era demasiado pequeño para colmar su soberbia.

MARIA: ¿Y tanto dinero, de dónde? ¿Nos van a subir los impuestos de nuevo?

LEANDRO: Una vez al año voy a la Casa de Contratación de Sevilla. Allí controlan en los almacenes de las Ataranzas los lingotes de oro y plata que llegan de las Américas.

PEDRO: Miles de toneladas todos los años. Algunas son para pagar el quinto real a la corte. Y otras muchas toneladas pertenecen a los virreyes, gobernadores y hacendados de las Américas, que las envían para invertir su tierra o para comprar productos y llevarlos allí.

AMBROSIO: Qué remedio que traer lingotes de las Américas.

SANCHO: Cuando Cristóbal Colón estaba preparando su primer viaje a América en mil cuatrocientos noventa y dos, firmó con los Reyes Católicos las Capitulaciones de Santa Fe.

CONSTANZA: Esos son cuentos viejos de tiempos de nuestros abuelos.

SANCHO: En las Capitulaciones constaba que una parte del oro y la plata conseguidos en América sería para la Corte real.

DOMINICA: Tras los Reyes Católicos, todos los reyes han seguido reclamando el quinto real. De los tesoros robados allí, el veinte por ciento ha de ser enviado a Madrid.

CONSTANZA: Con el dinero que ha llegado, se han construido hermosos palacios.

BEATRIZ: Para el bien de todos, naturalmente. Los claveteros, tejedores, cesteros y tenderos de Oñati lo notarán, sin duda.

PEDRO: Hasta el momento a nosotros no nos ha perjudicado, pero en la corte de Madrid verían con malos ojos que declarásemos a Lope hijo ilustre.

CONSTANZA: En el palacio de Lazarraga siempre hemos tenido buenas relaciones con la corte.

BEATRIZ: También en nuestra casona solariega de Aguerrena.

GENOVEVA: ¿Creeis de verdad que les importará que levantemos en Oñati una estatua a mi hermano?

SANCHO: Solo les importa el palacio del Escorial, nada más.

LEANDRO: Ya que has mencionado el palacio, nos han pedido cuarenta mil clavos para su construcción.

BEATRIZ: Si vosotros teneis trabajo, también lo tendrán los cesteros y los claveteros.

LEANDRO: En esa larga cadena, todos saldremos ganando.

PEDRO: Siempre y cuando Felipe II levante el palacio en el Escorial.

LEANDRO: Por eso mismo no nos conviene la estatua de Lope.

DOMINICA: Tendrán que conseguir los clavos de algún sitio. Y tan buenos como los nuestros, no los encontrarán en ninguna parte.

CONDE:... He de presentaros la propuesta que me ha traido el vendedor sevillano. Los nuevos galeones grandes no podrán subir río arriba por el Guadalquivir por falta da calado, y han empezado a construir en Cadiz un nuevo astillero.

LEANDRO: ¡Más carga de trabajo para la herrería! ¡Los beneficios del año que viene serán excelentes!

CONDE: Me han ofrecido hacerme socio del astillero.

PEDRO: Demasiado riesgo de perder algún barco en las tormentas tropicales.

CONDE: Las Américas estan demasiado lejos para mí.

LEANDRO: Y cuidado también con el riesgo de corsarios y piratas.

DOMINICA: ¿Pero no os dais cuenta que para enviar a la corte el quinto real, en las minas de Potosí trabajan como esclavos miles de incas indígenas y negros cimarrones? Muchoa de ellos mueren allí mismo todos los años.

PEDRO: Los barcos a su vuelta a América llevan también nuestros productos.

GENOVEVA: Precisamente por eso dicen los cronistas que mi hermano Lope era un cruel tirano.

CONDE: ¿Porque no enviaba el quinto real a la corte? No lo creo. Si hubiese sido un virrey, un gobernador o un hacendado, Felipe II tal vez comenzaría a preocuparse.

PEDRO: Pero un simple capitán, tenía poco poder e influencia en las Américas.


VERSOS: "Deseo del pueblo"

Los oñatiaras veían
negocio en el palacio,
los hierros y tochos de las ferrerías
necesitaban ser vendidos.
Amén de los sucedidos de las Américas
había que pensar en la familia,
además de cuidar a los clientes
hay alguien al frente,
los señores y el dinero
son de momento los que mandan.

Por los abusos de los conquistadores
los curas fueron a la Corte,
las atrocidades a la vista de todos
no las iban a guardar,
haciendo propuestas concretas
para cambiar la legislación,
el indio a pesar de no ser cristiano
hay que respetarlo.
Veamos a los dominicos
lo que van a proponer.


QUINTA ESCENA: "Frailes dominicos"

RECTOR:... Además de ser el rector magnífico de la universidad Sancti Spiritus de Oñati, lo cual me honra, soy también clérigo, y me gustaría incidir en dos temas. Antes habeis dicho que Lope mató a tres curas que se habían posicioado en su contra.

DOMINICA: Hernan Kortes también mató a un cura.

MARIA: Y Gonzalo Jiménez de Quesada por su parte, a seis.

JUANA: Otros conquistadores, asesinaron a los curas de las religiones indígenas.

AMBROSIO: Dicen que al no ser cristianos, sus vidas no valían mucho.

RECTOR: Parece ser que los conquistadores realizaron tropelías contra los indígenas, con el beneplácito de los curas presentes.

DOMINICA: Nadie ha dicho que tuviesen el beneplácito.

RECTOR: Quiero que sepais, que desde un principio el fraile dominico Fray Bartolomé de las Casas, ya cuando los tiempos de Cristobal Colón, denunció que con la excusa de ser una guerra justa, tomaba como esclabos a los indígenas, porque eran paganos.

JUANA: Se ve que no le hicieron mucho caso.

RECTOR: Los Reyes Católicos salieron a su favor, sobre todo Isabel de Castilla.

AMBROSIO: Menos mal. En caso contrario, no quedaría vivo un solo indígena en todas las Américas.

LEANDRO: A decir verdad, tengo que decir que cuando voy a la Casa de Contratación de Sevilla, suelo ver a clérigos con esclavos negros que van a recoger sus lingotes.

RECTOR: No te voy a negar esas actitudes, perso si alguien ha hecho algo a favor de los indígenas, han sido los religiosos y principalmente los dominicos.

GENOVEVA: Y mi hermano Lope. Aprendió su idioma kechua, en lugar de imponerles el de los conquistadores. Nunca les quitó tierras ni les robó el quinto real. Y se casó con la indígena Cruspa siguiendo los ritos nativos, en lugar de imponer la cristiandad de losconquistadores.

RECTOR: No estoy contra Lope, sino que defiendo a los religiosos.

LEANDRO: Yo no digo que todos los curas sean iguales, pero sí que muchos han vuelto ricos. Lo he visto con mis ojos.

RECTOR: El también dominico Francisco Vitoria, se preocupó de los derechos indígenas. Era muy respetado en la corte, y el rey Carlos V le consultó a menudo, hasta que en 1542 decretó las Leyes de las Indias.

SANCHO: Es evidente que esas leyes de hace veinte años no han tenido demasiada influencia.

DOMINICA: Fueron para lavar la conciencia. Sin más.

AMBROSIO: Estoy de acuerdo con Sancho. La situación de las Américas se torció desde un principio, cuando el Papa Alejandro VI firmó el año 1493 la bula “Inter caetera”.

JUANA: ¿Cómo demonios se puede decir desde Roma que a la derecha del meridiano de las Azores y Cabo Verde, todas las tierras que se descubriesen pertenecerían a los Reyes Católicos?

MARIA: Alguien le ofrecería una recompensa a cambio. Como que todos los indígenas serían convertidos al catolicismo.

AMBROSIO: El inquisidor Cadenal Cisneros no sería ajeno a ese trato.

JUANA: ¿No era el confesor de la reina Isabel la Catolica?

AMBROSIO: ¿Solo confesor?

DOMINICA: ¿Os imajinais, los pobres indígenas incas viviendo tranquilamente en Cuzco, y que un escribano extraño de una corte extranjera les convoque a una reunión, y en un idioma que no conocen les lea un pergamino con la bula del Santo Papa, donde dice que en adelante Cuzco y todo el Perú pertenece a los Reyes Católicos?

MARIA: Yo no puedo ni imaginar semejante situación. Los indios incas eran gente inteligente, buenos matemáticos, ingenieros excelentes...

JUANA: Erigieron la ciudad de Machu Pichu en la cima de un monte sagrado, para adorar a sus propios dioses.

GENOVEVA: Mi hermano respetaba profundamente su cultura y sus costumbres, su idioma y su religión.


VERSOS: "Intereses de los linajes"

Los dominicos se pusieron
muy amigos de los indígenas,
a la reina de la corte Isabel
le ablandaron el corazón.
Fray Bartolomé de las Casas era
entre todos el más conocido.
El padre Vitoria también tenía
la mano abierta y suave.
El cardenal Cisneros en cambio
mandaba sin hacer ni caso.

Para los jesuitas y dominicos
Lope fué de lo más normal,
a los indígenas no les robaba
ni el quinto real,
los trataba con respeto
en eso no era un majadero.
¿De dónde entonces tan mala fama
como le atribuían los cronistas?
Oigamos ahora todos
lo que decían sus cartas.


SEXTA ESCENA: "Las tres cartas"

PEDRO:... A tu hermano Lope le perdieron sus ansias de grandeza. Quería hacerse rey en las Américas.

SANCHO: No creo que esa sea la razón principal.

PEDRO: En la carta que envió al rey Felipe II reclamaba la independencia del Perú, para coronarse él mismo como nuevo rey.

GENOVEVA: Lope nunca envió dinero de los indígenas a la Corte de Castilla.

SANCHO: Eso también le perdió.

PEDRO: Pero era poco dinero. La razón principal fue la carta de independencia.

CONDE: Si no estoy muy equivocado, Lope estaba mal visto en comparación con otros conquistadores por la carta que envió al rey.

PEDRO: ¿A quién se le ocurre decir, siendo un mero capitán, que se había amotinado y que en adelante él mismo sería el rey del Perú?

DOMINICA: Los vascos siempe hemos sido defensores de la libertad.

PEDRO: Tu mismo, señor conde, en una situación similar, qué harías?

CONDE: ¿Si un arrendatario de Oñati se alzase en mi contra y quisiera quitarme el condado?

PEDRO: ¿Qué harías?

SANCHO: Lope estaba en otro continente, a miles de millas. No es una situación comparable.

PEDRO: Parecida. La mayoría de las tierras de aquí pertenecen al conde, y se mantiene con los impuestos que recibe de las mismas.

CONDE: Hay otros condes a mi alrededor, con muchas mas pertenencias de tierras.

SANCHO: Lope estaba en las Américas. Los conquistadores fueron invasores, y mataron indígenas o los hicieron esclavos para robarles el oro y la plata.

DOMINICA: Afortunadamente nuestro señor conde se conforma con recaudar impuestos.

CONDE: Lope se envalentonó y perdió la cabeza.

PEDRO: No midió bien ni sus fuerzas, ni tampoco las del rey.

CONDE: Quien navegaba Amazonas abajo con cien soldados cansados, era un rival fácil para los ejércitos de Felipe II.

GENOVEVA: Escribió tres cartas en sus últimos meses de vida, las tres con gran educación. La primera el agosto pasado, al provincial de la isla de Santo Domingo fray Francisco Montesinos. La segunda al rey, en setiembre. Y una tercera en octubre, al gobernador de Venezuela Pablo Collado.

DOMINICA: El noventa y ocho por ciento de los que fueron a las Américas eran analfabetos. Allí hay pocos que hayan estudiado, como lo hizo Lope.

ESCRIBANO: Yo estoy asombrado por cómo empieza y termina las tres. La más famosa, la enviada al rey Felipe II, contiene partes como estas: "Rey Felipe, natural español, hijo de Carlos, invencible: Lope de Aguirre, tu mínimo vasallo, cristiano viejo, de medianos padres hijodalgo, natural vascongado, en el reino de España, en la villa de Oñate vecino, en mi mocedad pasé el mar Océano a las partes del Pirú... Bien creo, excelentísimo Rey y Señor...” Y termina al final: ”Y otros muchos hijosdalgo desta liga, ruegan a Dios, Nuestro Señor, te aumente siempre en bien... Lope de Aguirre, el Peregrino.”

RECTOR: El comienzo de la carta que envió al fraile también está escrita con una gran elegancia, para alguien que está sitiado por los enemigos.

ESCRIBANO: “Al muy magnífico y muy Reverendo señor fray Francisco Montesinos, Provincial de la isla de Santo Domingo y Capitán General de la tierra firme de Maracapaná”.

CONDE: ¿Y la carta del Gobernador? Ya me gustaría recibir aquí semejante tratamiento.

ESCRIBANO: “Carta al muy magnífico señor Pablo Collado, gobernador de Venezuela.” Y termina con "Deste pueblo hoy miércoles al mediodía besa las manos de Vuesa Merced su servidor, Lope de Aguirre."

PEDRO: Le perdió la carta que envió al rey. (Dirigiéndose al escribano) Lee resumidamente el segundo párrafo.

ESCRIBANO: “... Bien creo, excelentísimo Rey y Señor... aunque yo, por no poder sufrir más las crueldades que usan estos tus oidores, Visorey y gobernadores, he salido de hecho con mis compañeros de tu obediencia, y desnaturándonos de nuestras tierras, que es España, y hacerte en estas partes la más cruda guerra que nuestras fuerzas pudieren sustentar y sufrir..."

CONDE: Todo eso está fuera de lugar.

DOMINICA: Según para quien. Para los que matan indígenas y se apropian de sus tesoreos, naturalmente que sí.

JUANA: Y para el rey Felipe II. Si otros conquistadores que están en las Américas comienzan a hacer lo que dice Lope, adiós al oro y la plata que envían a la Corte de Castilla.

AMBROSIO: Adiós también, a la construcción del pretencioso palacio del Escorial.


VERSOS: "Sin ponerse de acuerdo"

Para muchos el oñatiarra Lope
es del todo encantador,
al escribir sus cartas
demuestra una gran habilidad.
Le expone al rey
su hidalgia de nacimiento.
Ambos eran señores magníficos
el gobernador y el fraile.
Para algunos fue un traidor
estimado para otros.

En la junta todos han hablado
ha sido larga la exposición,
entre los dos viejos linajes
es clara la división.
Cada parte sus intereses
ha salido así el enredo.
Parece que será difícil
componer una mayoría,
tras oír todas las opiniones
ahora llega ya la votación.


SEPTIMA ESCENA: ”Votación

ESCRIBANO: Si nadie más tiene comentarios que hacer, ha llegado la hora de realizar la votación... Empiece usted, señor Sancho García de Garibay, jefe del linaje gamboíno.

(Tras levantarse, Sancho va a la cabecera del escenario. Comienza dirigiéndose al auditorio)

SANCHO: Cristóbal Colón o Francisco de Toledo son más famosos que Lope. Les han erigido estatuas imponentes en sus lugares de origen, a pesar de haber sido mucho más crueles. La estatua... Sí.

ESCRIBANO: Lope murió el pasado año, y viendo la mala fama que tiene en la Corte de Castilla, propongo esperar unos años. Por tanto, no.

LEONOR: Mi voto ya lo sabeis. ¿Una madre cómo le va a negar el sí a su hijo?

GENOVEVA: La mala fama de Lope se la han puesto esos cuatro malquistos cronistas, para salvar sus cabezas. Eso no tiene nada que ver con la personalidad de Lope ni con lo que hizo. Sí.

LEANDRO: Lope fué mi amigo de juventud, y lo estimaba mucho. Pero hemos de mirar adelante, y para los que trabajamos en las ferrerías, puede ser contraproducente. No.

CONSTANZA: Mi marido está en Cádiz, negociando con los armadores de los astilleros. Los empresarios vascos tienen grandes intereses en el comercio con las Américas, y para ello coviene estar a bien con la Corte. No.

BEATRIZ: Nos coviene que los negocios vayan bien, trayendo plata de las Américas, y enviando allí maquinaria. Nuestros descendientes podrán hacer la estatua, y si conviene, hasta un museo en su honor. No.

AMBROSIO: La estatua y el museo, yo construiría los dos. Somos nosotros quienes hemos de honrar a los hijos de nuestro pueblo, porque no vendrá el rey Felipe II a hacerlo. Eso seguro. Los claveteros y los cesteros hemos vivido hasta ahora sin la plata de las Américas. Sí.

MARIA: Los tenderos estamos acostumbrados a vivir con austeridad. Los dineros que llegan de las Américas favorecen al comercio, pero el que haya más dinero no sé si nos favorece o nos perjudica. Sí.

RECTOR: La universidad Sancti Spiritus es nueva, tiene solo quince años, y nos es imprescindible que en Oñati no surjan escándalos, para atraer a estudiantes y profesores de fuera. No.

JUANA: Si a los otros conquistadores, sea Hernán Cortés, sea Francisco Pizarro o sea cualquier otro, les erigen estatuas y les hacen homenajes en sus lugares de nacimiento, ¿qué somos nosotros, ciudadanos de segunda clase? Sí.

PEDRO: En los tiempos actuales, cuando tiene tan mala fama, sea verdadera o no, tanto en la Corte como en Sevilla y en las Américas lo tomarían como una payasada. Es ir contra la mayoría. No.

DOMINICA: Si no hacemos nada sí que seremos unos payasos. Nuestros clavos y tochos de hierro los vendemos también en los astilleros marinos de aquí, y en los de Inglaterra y de Holanda. Sí.

CONDE: Me invitan a menudo a las celebraciones de la Corte de Castilla. Felipe II tiene grandes proyectos para acometer, con el oro y la plata de las Américas. No aceptará que Lope tenga seguidores. Por tanto, a la idea de elevar una estatua en su nombre en Oñati le doy mi negativa más rotunda.

ESCRIBANO: El resultado ha sido de empate. Tanto los síes como los noes han recibido siete votos.

CONDE: Pero como en el condado mi voto es de calidad... Se impone el no. ¡Amigos, vamos a celebrarlo!

Mientras entran los músicos a cantar el último verso, los actores permanecen en sus sitios, hablando, haciendo caso omiso de los versos.


VERSOS: "Finales"

Hemos llegado al final
publico atento y amable,
a todos por haber venido
nuestras gracias de corazón.
Idearemos para la siguiente vez (bis)
algo cierto o distinto,
mientras tengamos afición
vivirá nuetro viejo vascuence.
Ha llegado la hora de la fiesta
recibid todos nuestro saludo!

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